ser capaz de ver algo bueno en toda persona, sobre todo cuando es defectuosa.

saber actuar con tacto, sin ir más allá de lo estricto.

trato digno y prudente.

atender en forma persistente las obligaciones.

no omitir detalle para acreditar la tarea enfocada en toda su complejidad.

acertar siempre; dar en el blanco; no fallar en nada.

ser oportuno siempre; no dejar pasar ocasión de servir.

tener un sentido de la desventura de los demás, para aliviar hasta donde sea posible su pena.

darles a los demás el mérito que poseen, con el propósito de enaltecerlos, pensando que todo ser humano tiene algo de útil y superior, por humilde que parezca.

reconocer los servicios de los demás, y tener la suficiente inteligencia para recompensar a quien presta su servicio.