Detesta la salsa, aborrece bailar, pero se apunta con el único fin de vigilar a su pareja e impedir, a toda costa, que algún hombre le ponga la mano encima.

No quiere aprender realmente, sólo quiere figuras para presumir ante sus amigos o en las discotecas que es el mejor. Suele bailar menos de lo que dice. Si se equivoca, la culpa es del otro.

No es el personaje de Buenafuente, sino el que vive más en la dirección de la escuela que en la clase quejándose del profesor, de los compañeros, de la falta de aire, de la música, del suelo, de la su [..]

El alumno ideal y más apreciado por los profesores.  El sólo quiere saber a bailar y por más que suba de nivel siempre siente que le falta mucho por aprender. Está abierto a todos los estilos. Ge [..]

El que piensa que con un curso de un trimestre aprenderá a bailar salsa y aunque le digan mil veces que NO!!, alberga esa esperanza.

Sobre todo si es gente mayor, no paran de discutirse y pelear echándose la culpa el uno al otro. Son un clásico en las escuelas. Sin ellos una clase de baile no sería una clase.

Se cuela en todas las clases que puede y nunca paga.

Es el alumno ideal para profesores despistados. Lo sabe todo: cuándo se inició el curso, cuántas clases faltan, qué figuras se han visto y hasta corrige si el profe la enseña de forma distinta. Son lo [..]

Baila a su manera y no hay quien pueda sacarlo de allí. Recorre decenas de escuelas y no hay profesor que logre sacarle un paso distinto a como lo aprendió.

Sabe bailar salsa al modo de su país, pero se niega a comenzar por el nivel básico porque dice que ya sabe bailar y que sólo quiere aprender vueltas. Salvo pocas excepciones es duro para aprender pero [..]