Atabirio es otra manifestación del tan repetido Salvador Solar, Hijo y Amante de su Gran Madre Luna. Era un culto muy difundido en todo el Cercano Oriente, tanto así que de su nombre se desprende el del Monte Tabor, donde tenía uno de sus mayores santuarios. Es el Becerro de Oro, Hijo de la Vaca Bermeja, ISIS, HATOR, etc., que los israelitas conocieron en Egipto y reencontraron en Canaan y que constituyó la permanente oposición y alternativa al orden mosáico. Tanto así que tras la desaparición de Salomón y consiguiente división en los Reino de Israel y Reino de Judá, en el primero se fundan dos templos donde se rinde culto al Becerro de Oro, considerándolo responsable de la liberación del pueblo de las cadenas egipcias.